Indecisa...

Eres sabor a sol y luna, al inicio de luz fulgor
silencio perdido en brazos de los amantes
clasico cuadro colgado de olvidadas promesas
y llagas como mentiras reales...

¿Risas?... las que algun día inundaron actuales corazones oscuros..
¿Llanto?... todos lloramos de niños... todos lloramos de grandes...
¿Insultos?... Palabras nunca pronunciadas para oídos sordos...
Silencio que tus labios emanan, silencio que a mis oídos llegan...

Oscuros ojos que aclaran mi vida...
Tempestad que logran en mi sosegado corazon...
Pupilas de color muerto que reviven mi alma...

Eres espacio, mas no infinita... eres candor de una flor secándose
eres tu y solo tú... eres tu y nadie mas... eso te hace especial...

“LA TEORÍA DE LAS VENTANAS ROTAS”

“LA TEORÍA DE LAS VENTANAS ROTAS”

En el año 1969, en la Universidad de Stanford (EEUU), el Prof. Philip Zimbardo realizó un singular experimento de psicología social.

Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y hasta color. Uno de estos vehículos lo dejó en el Bronx, para ese entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro vehículo en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California.

Dos autos idénticos abandonados, dos barrios con poblaciones muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio.

Para mi Sophianita...

Y quien sepa quien depara el mañana... cuales odas al viento serán sus palabras... el mañana cada uno con sus obras lo hará...

Y quien sepa que me muero sin ella... pues en lo cierto mil veces estará... una niña que me roba el alma... una niña que sonrisas dará...

Es Sophiana mi dulce tesoro... mi mayor logro y mayor deseo... es hacerla feliz para siempre... pues para siempre mi niña será...

Y ya viejo, ojeroso, y arrugado... un "buen día papá"... cual alegre trinar... mi días simples ella los hará..

Te amo hijita preciosa... te amo dulzura.. te amo princesa... para siempre este amor durará...